El correcto mantenimiento de nuestro coche nos permite alargar su vida útil. Teniendo en cuenta algunos de los elementos más importantes, como los neumáticos o la batería, podremos no sólo ahorrarnos una visita inesperada (e indeseada), al taller, sino que también conseguiremos, en la medida de lo posible, circular con él durante mucho más tiempo.
Por eso, te traemos 5 tips para alargar la vida de tu vehículo:
1. Usa el combustible correcto
Seguramente lo habrás oído alguna vez, y nosotros lo recalcamos: no sólo es importante llenar el depósito de nuestro coche con combustible de calidad, pero también lo es repostar con el combustible adecuado. Es más común de lo que se cree llenar de gasolina el depósito de un coche diésel. Si te pasa, tranquilo. Bastará con vaciar el depósito. Eso sí, si te has dado cuenta de tu error demasiado tarde y has circulado con gasolina, podría derivar en un problema con el motor.
2. La correa de distribución
Cambiar la correa de distribución porque se te ha estropeado es uno de los trabajos más caros del taller. Por eso, es muy importante cambiar este elemento en los períodos recomendados, que van de los 80.000 a los 120.000 km o cada cinco años.
3. El aceite
Controlar los niveles de aceite de nuestro vehículo nos asegurará el correcto funcionamiento de nuestro motor. Es importante que controles si el nivel se encuentra demasiado bajo, en cuyo caso el motor no se lubricará correctamente; o, por el contrario, si existe un exceso, lo que provocaría que se quemara más aceite de lo normal.
4. La batería
Pequeñas costumbres, como apagar las luces al estacionar el vehículo o mantener la batería activa, aunque no circulemos habitualmente con nuestro coche, te ayudará a mantener el estado de la batería. También debes tener en cuenta el período de cambio: se calcula que una batería dura hasta cuatro años. Pasado este tiempo, deberías sustituirla por otra nueva.
5. Y por supuesto, los neumáticos
No por ser los últimos resultan los menos importantes. El estado de los neumáticos es clave para el mantenimiento del vehículo. Recuerda comprobar de forma habitual la presión, así como el desgaste, y cámbialos cuando sea necesario.