Enseñar a alguien a conducir puede ser una experiencia gratificante, que nos da una reafirmación de nuestro propio talento al volante, pero también puede ser una actividad extremadamente desafiante y frustrante si no se aborda de manera adecuada. No es simplemente reunir al instructor y al aprendiz dentro de un coche, lo ideal es llegar a la escena ya con el bosquejo de una estrategia de enseñanza-aprendizaje en la mente. Consciente de los factores que podrían influir en la experiencia, como clima, hora del día, estado de ánimo, eventos recientes, etc.
Si bien cada persona es distinta y cada experiencia ocurre de forma diferenciada, hay ciertos patrones que tienden a repetirse. Aquí te presentamos algunas claves para enfrentar la situación y salir victorioso.
1. Comienza en un entorno controlado
Antes de aventurarse en las concurridas calles de la ciudad, es fundamental practicar en un lugar seguro y despejado, como un estacionamiento vacío o una zona poco transitada. Esto permite al principiante familiarizarse con los controles básicos del vehículo sin distracciones ni riesgos. Como dicen los expertos, «practica el arranque hasta el cansancio» , ya que dominar esta habilidad inicial es esencial para ganar confianza. En muchas ciudades, se suele elegir el día domingo por la mañana para practicar, pues suele ser un día y hora en que la mayoría de las personas descansa y no conduce en las calles.
2. Explica los controles paso a paso
Empieza explicando cómo funciona cada control del vehículo, desde encenderlo hasta realizar cambios de marcha. Es esencial entender que se trata de una máquina compleja que responderá siempre a las instrucciones de su piloto, por ende, es esencial saber para qué sirve cada cosa y en qué casos ciertos componentes tienen orden de encendido y apagado, o bien, restricciones de uso. Asegúrate de que comprendan cómo funcionan el volante, los pedales, las luces, los limpiaparabrisas y otros elementos esenciales antes de poner el coche en movimiento.
3. Enseña técnicas básicas de manejo
Una vez que el principiante se sienta cómodo con los controles, es hora de enseñarles las técnicas fundamentales del manejo, como frenar suavemente, acelerar de manera progresiva y cambiar de carril de forma segura. Recuerda que “cambiar de carril de manera segura implica señalar tu intención usando las luces de giro y revisar tus espejos y puntos ciegos». Estos hábitos deben inculcarse desde el principio para evitar errores peligrosos en el futuro.
4. Sé paciente y adapta tu estilo de enseñanza
Cada persona aprende a su propio ritmo, por lo que es importante mantener la paciencia y alta tolerancia a la frustración para adaptarte a las necesidades del aprendiz. Si notas que algo no está funcionando, ajusta tu método de enseñanza. Por ejemplo, algunos principiantes pueden beneficiarse más de una explicación práctica mientras que otros prefieren instrucciones verbales detalladas. Bajo ninguna circunstancia alces la voz, ni actúes de forma agresiva o el aprendiz podría sentirse intimidado y querrá abandonar la actividad.
5. Practica en diferentes condiciones
A medida que el principiante gane confianza, introduce variaciones en las condiciones de conducción. Esto incluye conducir en días soleados, lluviosos o incluso durante la noche. Además, practicar en diferentes tipos de carreteras (urbanas, rurales, autopistas) les ayudará a desarrollar habilidades versátiles. Es fundamental desarrollar la adaptabilidad del conductor. Como recomendación extra, practica las subidas y descensos, cómo aplicar frenos, estacionarse y partir cuando hay inclinación del terreno.
6. Haz hincapié en la seguridad vial
La seguridad debe ser siempre la prioridad número uno y si es necesario repetirlo hasta el cansancio, pues bien. Enséñales a respetar las normas de tráfico, interpretar correctamente las señales y anticiparse a posibles peligros. También es útil recordarles la importancia de mantener una distancia segura con otros vehículos y estar atentos a peatones y ciclistas. En muchos casos, los accidentes ocurren por no estar atentos al entorno y posibles peligros.
7. Crea un plan de lecciones estructurado
Para cada sesión de práctica ten claro un objetivo específico: “hoy aprenderemos a estacionarnos en paralelo”, “hoy aprenderemos a dar partida en subida”, etc. Tener un plan claro hará que el proceso sea más organizado y menos estresante para ambas partes.
8. Fomenta la observación como pasajero
Incluso cuando no están al volante, anima al principiante a observar cómo otros conductores manejan diferentes situaciones. Comenten, conversen sobre la seguridad vial en una determinada pista o carretera. Esto les ayudará a entender mejor las decisiones que toman los conductores experimentados. Kia recomienda «Ser un pasajero observador» como parte del proceso de aprendizaje.
Aprender a conducir toma su tiempo
Enseñar a conducir a un principiante requiere tiempo, paciencia y una buena planificación. Al proporcionar un entorno seguro, explicar los conceptos básicos claramente y practicar regularmente, puedes ayudar a formar a un conductor responsable y seguro. Recuerda que el objetivo final no solo es enseñar a manejar un coche, sino también inculcar hábitos que garanticen la seguridad en la carretera.
En Rodi Motor Services somos conscientes de la importancia de prestar atención al momento de formar a un nuevo conductor, por ello queremos ayudarte a tomar las mejores decisiones para que sea un proceso cómodo y seguro. ¡A practicar!