Frenos regenerativos: cómo funcionan y qué necesitas saber para su mantenimiento

Si ya manejas un coche eléctrico o has probado uno, habrás notado algo diferente al frenar: el coche desacelera con más suavidad al soltar el acelerador, como si continuara frenando luego de levantar el pie. Esa sensación es parte de un sistema de última generación: el sistema de freno regenerativo. 

Este sistema no solo implica una experiencia de conducción diferente, también tiene la función de recuperar energía y aumentar la autonomía del vehículo. Y al igual que cualquier otro componente del coche, requiere ciertos cuidados y consideraciones para extender al máximo su vida útil. En este artículo te explicamos un poco más al respecto. 

¿Cómo funciona el freno regenerativo de los coches eléctricos?

Los sistemas de freno tradicionales siguen siendo totalmente funcionales, pero los investigadores se fijaron en un detalle: al frenar, la fricción genera calor, en otras palabras, energía. Y se preguntaron, ¿cómo podríamos hacer que esa energía retorne al vehículo para ser almacenada? 

Es ahí donde nacen los frenos regenerativos, una tecnología clave en coches eléctricos e híbridos que convierte la energía cinética del movimiento en energía eléctrica, mientras el vehículo desacelera. De esta forma, en vez de perder el calor que se disipa en los coches tradicionales, la energía se recupera y retorna a la batería para ser almacenada. ¡A que mola!

¿Cómo funciona el sistema de recuperación de energía de los frenos regenerativos?

En los coches eléctricos, cuando levantas el pie del acelerador o pulsas ligeramente el pedal de freno, el motor eléctrico cambia de función: deja de impulsar las ruedas y actúa como un generador, creando una resistencia mecánica (fuerza opuesta) que desacelera el coche, a la vez que produce electricidad. Gracias a esto: 

  • El coche frena de forma progresiva.
  • Se recarga parcialmente la batería.
  • Se reduce el desgaste de las pastillas y discos de freno.

Pero esto no es todo, la utilización de este tipo de tecnología viene de la mano con otros beneficios a corto, mediano y largo plazo: 

  • Mayor autonomía, debido a la recarga constante. 
  • Recupera hasta un 20-30% de la energía perdida al frenar, extendiendo el alcance del vehículo.
  • Como se usan menos los frenos de fricción, pastillas y discos duran más.
  • Conducción más suave, para una experiencia más cómoda.
  • Permite una técnica de conducción “único pedal” (one-pedal driving) en muchos modelos.
  • Al reducir el uso de frenos tradicionales, se generan menos partículas de desgaste, por ende, hay menos contaminación. 

¿Esto significa que los frenos tradicionales son cosa del pasado?

Absolutamente no. El freno regenerativo es una tecnología complementaria que no reemplaza al sistema de frenos convencionales (pastillas, discos, líquido de frenos). Estos siguen siendo un componente esencial para: 

  • Frenadas de emergencia.
  • Detener completamente el vehículo.
  • Funcionar cuando la batería está llena (no puede recibir más carga).
  • Operar en situaciones de alto rendimiento o bajas temperaturas.

El freno regenerativo actúa en desaceleraciones suaves o moderadas, y los frenos tradicionales entran en juego cuando se necesita más potencia de frenado.

¿Cómo afecta el sistema de frenos regenerativos al mantenimiento del coche?

Como mencionamos anteriormente, los frenos tradicionales siguen siendo parte del coche, complementados por el sistema de frenado regenerativo. Por ende, siguen requiriendo mantenimiento, pero con algunas ventajas:

  • Pastillas y discos de freno: gracias al freno regenerativo, pueden durar hasta un 30-50% más que en un coche de combustión.
  • Sistema de suspensión: al haber menos impacto en frenadas bruscas, hay menos estrés.

Sin embargo, también hay que poner atención en lo siguiente: 

  • Líquido de frenos: debe cambiarse según las indicaciones del fabricante, ya que es higroscópico (capacidad de absorber y liberar humedad) y pierde eficacia con el tiempo.
  • Discos de freno: aunque se usen menos, pueden oxidarse si el coche está parado mucho tiempo o se conduce solo con regeneración.
  • Sensores y sistemas electrónicos: el ABS, ESP y sensores de rueda deben revisarse periódicamente para garantizar que el sistema regenerativo funcione en sincronía.

Consejos prácticos para el mantenimiento de los frenos regenerativos

  • No evites usar los frenos tradicionales ocasionalmente.
  • Si conduces solo con regeneración, los discos pueden oxidarse. Usa el freno de fricción de vez en cuando (por ejemplo, al entrar en un garaje) para limpiar la superficie.
  • Revisa el estado del sistema regenerativo en el menú del coche.
  • Muchos vehículos muestran el nivel de recuperación de energía o advertencias si hay un fallo.
  • Cambia el líquido de frenos según el plan de mantenimiento.
  • Aunque no notes desgaste, el líquido envejece y puede comprometer la seguridad.
  • Lleva tu coche a un taller especializado.

Los sistemas regenerativos requieren diagnóstico con herramientas específicas. En Rodi, contamos con mucha experiencia en mantenimiento de sistemas de frenado y estamos constantemente actualizando nuestros conocimientos para estar al día con el avance de la tecnología.

¿Cómo funcionan los frenos regenerativos en condiciones extremas? 

  • Si realizas un viaje largo en carretera, o en bajadas muy largas, el freno regenerativo se va desactivando si la batería está muy llena o muy fría. En estos casos, el sistema automáticamente opta por los frenos tradicionales. 
  • En condiciones de frío extremo, la eficacia del sistema de frenado regenerativo baja temporalmente hasta que la batería alcance una temperatura óptima. 

Por lo anterior, incluso con frenos regenerativos, no olvides realizar al menos una vez al año una inspección al sistema de frenado de tu coche. 

No importa si conduces un coche tradicional, híbrido o es 100% eléctrico: en Rodi cuidamos cada detalle para que conduzcas con total confianza. Recuerda que la diferencia siempre estará en la experiencia. Mientras avanzas en la electromovilidad, avanzamos contigo. ¡A rodar!