¿Qué es lo primero que debo hacer al adquirir un coche de segunda mano?

Comprar un coche de segunda mano puede ser una excelente decisión económica, siempre y cuando se haga con precaución y criterio. Es cierto que antes de realizar la compra debemos realizar una prueba conducción y una inspección visual del coche, pero estas revisiones no siempre logran descubrir fallas que solo aparecen una vez que el coche lleva un tiempo en funcionamiento, por ejemplo. Por eso, lo primero que debes hacer tras adquirir un coche de segunda mano es realizar una revisión técnica completa, orientada a descartar o identificar posibles fallos que hayan podido pasar desapercibidos durante las primeras pruebas.

En este artículo te contamos cuáles son las revisiones clave que deberías considerar luego de adquirir tu coche de segunda mano: 

1. Revisión del motor: más allá del encendido

En algunos tratos de compra-venta, el comprador se da por satisfecho cuando el vendedor arranca el motor del coche y lo deja en ralentí, mientras no se escuche ningún ruido extraño al acelerar. Pero hay detalles mecánicos que pueden revelar problemas mayores:

Huele a quemado al abrir el capó: puede indicar fugas de aceite que entran en contacto con zonas calientes del motor.

Color del humo por el escape:

– Humo blanco persistente → posibles fugas internas de líquido refrigerante.

– Humo azulado → el motor está quemando aceite.

– Humo negro excesivo → mezcla muy rica en combustible.

Presión del motor y compresión: una prueba de compresión muestra si los cilindros trabajan correctamente.

Nivel y color del aceite: si el aceite está muy oscuro, espeso o huele a gasolina, podría significar mantenimiento deficiente o fugas internas.

2. Inspecciona el sistema de frenos a fondo

Los frenos suelen probarse mínimamente durante el test drive, lo que puede no revelar posibles problemas o señales preocupantes a corto plazo:

Pastillas y discos gastados: agunos vendedores limpian superficialmente, pero los discos pueden tener surcos o deformaciones.

Pedal blando o vibraciones al frenar: síntomas comunes de aire en el circuito o discos torcidos.

Ruidos metálicos al frenar: puede indicar que las pastillas están completamente desgastadas.

Líquido de frenos: comprueba que esté limpio y en el nivel adecuado. Un líquido muy oscuro puede indicar falta de mantenimiento.

3. Sistema de refrigeración: busca fugas y sobrecalentamientos

Gracias al cine y a los juegos de video, tenemos una gran cantidad de conductores que creen estar conduciendo un coche de competencia mientras pisan el acelerador a todo gas en su coche familiar. Los coches comunes no están hechos para soportar mucha temperatura ni mucho estrés, lo que puede generar graves daños en el motor. Detectar un sobrecalentamiento pasado puede ser vital. Revisa:

– El nivel del líquido refrigerante.

– Posibles fugas visibles en radiador, mangueras o bomba de agua.

– Si el ventilador funciona correctamente.

– Si hay residuos de anticongelante en el suelo del garaje.

Si el coche ha tenido alguna avería relacionada con la temperatura, es probable que haya afectado a otros componentes como la junta de culata. Si no estás seguro(a) de haber encontrado una señal de alerta, consulta con un especialista. 

4. Transmisión y caja de cambios

El funcionamiento correcto de la transmisión es crucial, especialmente en vehículos manuales. Suele reconocerse un mal funcionamiento de este componente a través de los siguientes signos:

– Cambios duros o ruidosos → posible desgaste del sincronizador o embrague defectuoso.

– Ruidos al pisar el pedal del embrague → rodamientos dañados.

– En cajas automáticas, observa retrasos al cambiar de marcha o movimientos bruscos.

5. Suspensión y dirección

Durante el test drive puede parecer que todo funciona bien en cuanto a suspensión, pero hay elementos que solo una revisión detallada puede detectar:

Amortiguadores: prueba saltando el coche en cada esquina; si rebota varias veces, podrían estar desgastados.

Barras estabilizadoras, bujes y terminales de dirección: conduce por caminos irregulares y presta atención a chirridos o direcciones inestables.

Dirección asistida (si aplica): comprueba fugas en la bomba de dirección hidráulica o errores en sistemas eléctricos.

6. Electrónica y sensores del coche

Muchos automóviles modernos dependen completamente de sus sistemas electrónicos. Algunos fallos pueden no activarse durante la prueba de conducción inicial. Se recomienda que un profesional realice: 

– Escaneo con OBD2 para localizar códigos de error almacenados.

– Prueba de todos los sensores: ABS, tracción, control de estabilidad, etc.

– Funcionamiento de luces, ventanillas, cierre centralizado, climatización y pantalla multimedia.

7. Historial del coche: informe de mantenimiento y posible siniestralidad

Aunque no es una revisión física, es fundamental:

– Solicitar el historial del vehículo: talleres oficiales suelen tener registros del mantenimiento.

– Usa plataformas online (como Carfax o similares) para comprobar si fue declarado siniestro o tiene multas pendientes.

– Verifica el número de dueños anteriores y posibles reparaciones importantes.

Puedes contar con Rodi

Adquirir un coche de segunda mano es una inversión importante, y no hay que confiarse únicamente del estado aparente o de una prueba corta antes de la compra. Hacer una revisión técnica completa poco después de la compra te permite asegurarte de que no has adquirido un problema disfrazado de ganga. Y eventualmente, te permite solucionar problemas antes que sean más complejos. 

En Rodi te recomendamos siempre acudir a un taller de confianza tan pronto como sea posible después de la compra. Nuestros talleres cuentan con profesionales capacitados que le darán a tu coche el cuidado necesario para que se sienta como nuevo. Comienza el cuidado de tu coche desde el primer día, ¡te esperamos!