¿Qué pasa si uso agua en vez de líquido refrigerante?

En este artículo tenemos que ser honestos: todos, en algun momento hemos echado un vistazo al depósito del líquido refrigerante, visto que estaba bajo… y pensado: “¿qué pasa si le pongo agua hasta que lo rellene bien?”. El que no lo haya hecho que lance la primera piedra.

Lo curioso es que la respuesta corta es: sí, se puede, solo en caso de emergencia, pero no como solución habitual o permanente. Y tranquilo: si ya lo hiciste, no ha pasado nada grave (¡todavía!).

En Rodi Motor Services estamos siempre buscando formas de ayudarte a resolver problemas antes de llevar tu coche al taller, y a entender las causas, para evitar gastos innecesarios a futuro. A continuación, analicemos el tema: 

El refrigerante no es solo “agua fría”

El líquido refrigerante (ese líquido de colores —verde, naranja, rosa o azul— que ves en el depósito) no está ahí solo para enfriar. Es una mezcla cuidadosamente formulada (en base a etilenglicol o propilenglicol + aditivos) que cumple tres funciones clave:

  • Regula la temperatura: evita que el motor se sobrecaliente (controla la temperatura de ebullición).
  • Evita que se congele: sí, ¡también en invierno!
  • Protege el motor por dentro: contiene aditivos que evitan la corrosión, el óxido y la acumulación de sarro en el radiador y conductos.

El agua del grifo, en cambio, no tiene ninguno de esos aditivos. Y aunque enfría, a largo plazo puede causar más problemas de los que resuelve.

¿Qué pasa si uso solo agua?

Como bien dijimos, si usas agua una vez, en una emergencia, no pasa nada. Deberás vaciar el depósito y volver a rellenar con anticongelante regular. Pero si la usas de forma habitual, pueden ocurrir algunas cosas que no te harán muy feliz: 

1. Corrosión interna

El agua pura, y sobre todo la del grifo (que contiene minerales), oxida los metales del bloque motor, radiador y bomba de agua. Con el tiempo, esto puede obstruir conductos o dañar piezas importantes. En una exposición breve, no debería haber problema. Pero si se extiende, el daño puede ser considerable. 

2. Formación de sarro y depósitos

Los minerales del agua se acumulan con el calor y forman costra (como en una tetera vieja). Esto reduce el flujo del líquido (como en una arteria tapada) y hace que el motor se caliente más fácilmente. 

3. Problemas en invierno

El agua se congela a 0 °C. Si vives en zonas frías (como Cuenca, León o la sierra de Madrid), el bloque del motor podría agrietarse por la expansión del hielo. El refrigerante, en cambio, puede soportar temperaturas de hasta -35 °C. Por eso también se aconseja cargar anticongelante en el depósito si vas de paseo a una montaña nevada.

4. Ebullición prematura

El agua hierve a 100 °C, mientras que el refrigerante eleva ese punto a más de 120 °C. En verano, con el motor a plena carga, el agua puede hervir y convertirse en vapor… y el vapor no enfría.

¿Entonces, qué hago si se me acaba el refrigerante?

En una emergencia: sí, puedes usar agua destilada (ideal) o agua del grifo (en último caso) para desplazarte hasta un taller. 

Después, lo ideal es vaciar el sistema y rellenarlo con la mezcla correcta de líquido refrigerante homologado para tu coche. No basta con “completar” con refrigerante: el agua ya diluyó los aditivos protectores. 

Usar agua en el radiador no es el fin del mundo, pero sí una señal de que tu coche necesita un poco más de atención. Y eso… ¡es totalmente normal! La buena noticia es que, con un pequeño ajuste, puedes evitar reparaciones costosas y alargar la vida de tu motor.

¿Quieres que revisemos el sistema de refrigeración de tu coche?

En lugar de esperar a que el depósito esté bajo, incluye el líquido refrigerante en tu revisión post-vacaciones o antes del invierno. En Rodi Motor Services, comprobamos su nivel y estado, y si es necesario, lo reemplazamos con el producto recomendado por el fabricante.

Esperamos que esta información te sea útil, estamos aquí para apoyarte y avanzamos contigo. ¡A rodar!