Con la bajada de temperaturas muchos propietarios de coches estacionados en la calle se encuentran con el mismo problema. Cuando van a buscar su automóvil por la mañana tras haber pasado la noche a la intemperie se encuentran el cristal parabrisas congelado. A nadie le gusta encontrarse con este molesto imprevisto. Sobre todo, cuando se va contrarreloj o se tiene prisa. Porque sí, limpiar el cristal cuando se ha congelado es un incordio y lleva su tiempo.
Primero de todo, no intentes encender el coche y marcharte en ese estado sin más. Circular con el cristal congelado te va a resultar prácticamente imposible. Pondrás en peligro tu seguridad y la de otros conductores. Eso, si consigues salir del aparcamiento…
Para ahorrarte tiempo y posibles disgustos, hemos preparado los siguientes consejos que te ayudarán a descongelar el parabrisas de tu coche y salir a la carretera con total seguridad.
Enciende el coche y activa la calefacción
Es el primer paso para que el hielo empiece a desprenderse. Enciende tu coche y pon la calefacción a trabajar. Acto seguido, activa la luneta térmica para que el hielo empiece a desprenderse del cristal con mayor facilidad. Dirige el chorro de aire caliente de los conductos calefactores hacia el parabrisas y ten un poco de paciencia. La temperatura del cristal subirá progresivamente.
Este quizá no es el mejor consejo por que no es especialmente ecológico aunque seguro que te funciona. Sin embargo, te recomendamos no usar este recurso si te encuentras en un espacio cerrado, podrías correr el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono.
¿Necesitas que hagamos un repaso? Pide cita previa o acércate a tu taller Rodi más cercano y te ayudaremos con tu coche. También podemos valorar su estado actual y asegurarnos de que todo se encuentra en correcto funcionamiento.
Algunos remedios caseros contra el hielo en el cristal parabrisas
Si no tienes una rasqueta a mano, puedes usar algo que seguro llevas encima: ¡una tarjeta! Por si acaso, no uses el DNI ni la tarjeta de crédito. Podrían llegar a romperse, sobre todo, si las usas habitualmente o están algo desgastadas. Lo mejor es usar alguna tarjeta de esas que siempre se llevan encima pero que no son especialmente relevantes. La típica tarjeta de descuento, la de los puntos en la gasolinera, el carné de la biblioteca que casi no usas… Si tienes cualquiera de estas tarjetas ha llegado el momento de sacarles provecho.
Un remedio casero útil consiste en tener en el coche un líquido preparado para usar en estas ocasiones que puedes preparar fácilmente con productos de casa. Se trata de una mezcla de agua con vinagre blanco o agua con alcohol.
Otro remedio útil si tu coche está estacionado delante de casa puede ser calentar en el microondas una bolsa de arroz durante 30 segundos y aplicarlo cuando esté caliente sobre el parabrisas. Esto calentará el cristal y derretirá el hielo.
No viertas sobre el cristal parabrisas agua hirviendo
Sobre todo, en ninguna circunstancia, se te ocurra descongelar el cristal del coche echando agua hirviendo. Aunque pueda parecer una buena opción, no lo es. El cambio brusco de temperaturas puede provocar que el vidrio se agriete e, incluso, podría llegar a reventar el parabrisas.
Anticípate a los imprevistos
Ya se suele decir, mejor prevenir que curar. Si tu coche permanece en la calle durante una noche o varios días con temperaturas bajas, anticípate tomando alguna precaución. Hay trucos para todos los gustos:
- Frota el parabrisas con media cebolla o patata. Eso crea una película protectora que evita que la escarcha se asiente en el cristal durante la noche.
- Cubre el cristal parabrisas con algún objeto: una manta, un trozo de cartón, un protector especial para cristales… Te recomendamos evitar utilizar papel de periódico, podría congelarse y quedar pegado en el parabrisas.
- Preocúpate de los espejos retrovisores. Si la helada es muy intensa podrían verse afectados y quedar su espejo también congelado. Mira de cubrirlos con bolsas de plástico y un par de gomas elásticas.
- Levanta las escobillas limpiaparabrisas antes de marcharte. No querrás encontrarte el cristal congelado con las escobillas pegadas a él. Levantando las escobillas evitarás que la goma se dañe, que cause ruidos molestos y prolongarás su vida útil.
Finalmente te damos un último consejo a recordar. La paciencia es clave cuando te encuentras con una situación indeseada. Ante todo, no desesperes y procura ser precavido. Te ahorrarás muchos dolores de cabeza.
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