Kit de distribución del coche: ¿cuándo cambiarlo y cómo detectar signos de desgaste?

¿Alguna vez te has preguntado cómo se logra que distintas partes del motor se sincronicen de forma adecuada? El kit de distribución de tu coche cumple esta función esencial: garantizar la sincronización precisa entre componentes clave del motor, como las válvulas y los pistones. También se encarga de garantizar un correcto encendido del motor y coordinar la apertura y cierre de las válvulas de escape. Es por ello que se trata de un componente vital para el correcto funcionamiento de tu vehículo. A continuación, veremos algunos detalles sobre sus componentes y mantenimiento. 

En un coche, hay muchas piezas cuyo mantenimiento es fundamental, y el kit de distribución es una de ellas. Como te contamos en otro artículo, la correa de distribución es uno de los elementos clave, pero no actúa sola. Forma parte de un sistema compuesto por varios componentes que deben mantenerse o reemplazarse en conjunto. Este sistema asegura el funcionamiento armónico del motor, previniendo desgastes y fallas graves que podrían derivar en reparaciones costosas. Aunque el desgaste del kit de distribución es inevitable con el tiempo, los problemas graves pueden evitarse con un mantenimiento adecuado.

El kit de distribución incluye la correa de distribución, los tensores y, en muchos casos, la bomba de agua. Si alguno de estos componentes se deteriora, el rendimiento general del motor puede verse afectado. Al principio, los problemas suelen manifestarse mediante ruidos extraños o chirridos bajo el capó; con el tiempo, estos ruidos pueden convertirse en fallas serias que impliquen reparaciones muy costosas. A continuación, revisamos algunos signos tempranos que nos podrían advertir de la necesidad de acudir al taller:

¿Cuándo cambiar el kit de distribución?

¿Has notado vibraciones inusuales, ruidos en el motor o fugas de líquido? Estos pueden ser síntomas de un kit de distribución que necesita mantenimiento. 

Cuando hablamos del cambio del kit de distribución, siempre debemos guiarnos por las instrucciones del manual del fabricante. Cada vehículo tiene sus particularidades y no podemos generalizar en este aspecto.

Según el modelo, debemos poner atención a la cantidad de kilómetros recorridos que indica el fabricante, o bien, a la cantidad de años entre un cambio y otro. Es decir, debemos cambiar el kit trás una cierta cantidad de kilómetros recorridos, pero también debemos hacerlo si el coche ha estado detenido por largos periodos de tiempo. Los años de inactividad son un factor determinante, sobre todo para el material con que están fabricadas las correas.

Esto debe relacionarse con las condiciones en las que se ha utilizado el vehículo; en climas templados y en circulación por carreteras y autopistas, sin aceleraciones bruscas, se considera que el coche ha funcionado en condiciones normales, por ende, podemos ceñirnos a las instrucciones que indica el fabricante. 

Sin embargo, si el coche ha estado en funcionamiento en climas muy cálidos o muy fríos, ha circulado por lugares con mucho polvo, barro, humedad, o ha estado expuesto a aceleraciones bruscas y circulación en tráfico denso, entonces podemos decir que nuestro vehículo ha funcionado en condiciones severas. En este caso, lo recomendable es hacer una revisión preventiva antes del tiempo o kilometraje señalado en el manual. 

Componentes del kit de distribución que requieren especial atención

En la mayoría de los coches modernos, los kits de distribución están cubiertos para protegerlos de la intemperie y otros elementos externos. Esto significa que no es posible inspeccionar directamente el desgaste de sus componentes. Sin embargo, podemos guiarnos por algunas señales externas que indican posibles problemas:

  1. Ruidos inusuales al encender o conducir: si escuchas chirridos, especialmente al encender el motor o al acelerar, esto puede ser una señal de que la correa de distribución está desgastada. Estos sonidos suelen presentarse porque la correa puede estar saltándose las muescas de los engranajes o porque los dientes están desgastados.
  2. Pérdidas de líquido refrigerante: si detectas una fuga de líquido refrigerante en el área del motor, es importante revisar si este líquido ha alcanzado la correa de distribución. Los compuestos del refrigerante pueden dañar la correa y acelerar su desgaste. En este caso, será necesario reemplazar tanto la bomba de agua como la correa, pero lo recomendable es cambiar el kit completo. 
  3. Ruidos en días lluviosos o con alta humedad: los tensores, que mantienen la correa bajo la tensión correcta, pueden fallar con el tiempo. Si escuchas chirridos repetitivos, sobre todo en días de lluvia, podría tratarse de tensores en mal estado que no están funcionando correctamente.

La importancia de un cambio preventivo en el kit de distribución

Si se da el caso en que la corrosión de una fuga en la bomba afecta la correa, lo ideal es cambiar ambas piezas. Sin embargo, al tratarse de componentes que funcionan en conjunto, se recomienda cambiar todos los elementos del kit de distribución al mismo tiempo. Si solo reemplazas las piezas que presentan desgaste prematuro, el fallo de otro elemento que no se cambió podría generar una reparación que oscile entre los 1.000 y los 6.000 euros, dependiendo del daño. Por ello, la prevención es clave para evitar gastos mayores y mantener tu coche en óptimas condiciones.

Confía en los expertos

Si has superado el kilometraje, el tiempo recomendado para cambiar el kit de distribución o  notas alguno de los signos de desgaste descritos más arriba, pide cita previa en tu taller Rodi de confianza. Nuestros expertos se asegurarán de que tu coche esté en perfectas condiciones y que cada componente funcione correctamente, ofreciéndote el mejor servicio y seguridad para tu vehículo. 

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