Consejos para limpiar tu Coche

Los tres métodos

1. Túnel de lavado

Es el método tradicional y probablemente el más usado por su precio, facilidad y rapidez. Sin embargo, hay que tener en cuenta ciertos aspectos. Siempre que se pueda, se deben de evitar los típicos lavados de rodillos giratorios. Este tipo de lavado para un uso ocasional no castiga la pintura, y por su contundencia resulta ideal para eliminar restos de insectos o excrementos de aves; sin embargo, el uso continuado termina por ser agresivo con el barniz de la pintura, pudiendo llegar a producir micro arañazos que dejen el color mate. Por ello es muy recomendable recurrir a los de tipo de gamuza, que si bien también pueden trabajar con rodillos son menos agresivos para la pintura.

2. Pistolas de presión

También es un método rápido, pero implica nuestra participación directa y, normalmente, para conseguir un buen resultado, suele salir más caro que el lavado por rodillos a no ser que disponga de una pistola de presión de propiedad.

A la práctica y con una presión adecuada, este sistema no representa peligro alguno para la pintura, pero se ha de tener cuidado con los plásticos pintados, pues se podría levantar la pintura y sobretodo con las juntas de goma, los plomos equilibradores de las llantas y el radiador del motor, pues una descarga de agua a presión muy directa podría deformar las láminas del radiador o desprender contrapesos de las ruedas.

Si tienes un todoterreno y sales a la montaña habitualmente, el uso de este tipo de mangueras de presión es ineludible, especialmente para eliminar barro de los bajos, pasos de rueda y llantas, donde el fango seco podría provocar vibraciones indeseadas.

3. A mano

Sin duda es el más efectivo y barato, pero es notablemente más laborioso y necesita hacerse un lugar preparado para ello. En muchas poblaciones está prohibido hacerlo en la calle, y por razones obvias nunca deberíamos hacerlo en el medio natural.

Hay que evitar el jabón tipo lavavajillas por contener elementos desengrasantes que pueden terminar por castigar la pintura. Lo ideal es recurrir a champús especiales para coches, pues además tienen lubricantes que reducen el efecto pulido producido por el polvo y la suciedad que pretendemos limpiar.

La esponja a utilizar ha de ser suave o incluso puede ser un trapo de lana de cordero para evitar cualquier tipo de erosión.

Para las llantas se puede recurrir a un desengrasante industrial (tipo kH7) o mejor aun limpia llantas profesionales. Para éstas es recomendable el uso de cepillos fuertes para desincrustar la suciedad.

Para el aclarado hay que recurrir a agua baja en cal, pero si no es posible el secado cobra vital importancia. Para ello hay que recurrir a los trapos de fibra súper absorbente, de los de grabado tipo nido de abeja, ya que los de este tipo además de absorber el agua atrapan con más eficacia los restos de suciedad que hayan quedado después del lavado