Todo sobre los Frenos de Coche

A la hora de valorar el conjunto del sistema de frenado de un vehículo, debemos tener en cuenta la potencia de frenado y, sobre todo, la distancia de frenado. Su rendimiento variará en función del estado de los neumáticos o los amortiguadores, entre otros, y, por supuesto, de cada uno de los elementos que forman el sistema de frenado; es por esto que es tan importante conocer cada uno de ellos y tenerlos en buen estado.

Tipos de frenos de coche

Los frenos se clasifican en 3 tipos:

  1. De disco. Pieza metálica sobre la que se ejerce presión a través de las pinzas de freno mediante un sistema hidráulico. Actualmente son los más comunes.
  2. De tambor. Montados antiguamente en cada una de las ruedas del coche, esta pieza tiene un material de fricción capaz de frenar el coche cuando se empuja contra el tambor. Tienen una eficacia menor que los frenos de disco.
  3. De estacionamiento o freno de mano. Como su nombre indica, este tipo de freno se utiliza cuando queremos dejar el coche estacionado. Actúa solamente sobre las ruedas posteriores.

El uso de los frenos de disco, como todo, propicia su desgaste. Que se desgasten las pastillas es algo obvio, pero también que la cantidad de calor generado por la fricción sea demasiado como para ser disipado correctamente. Estas dos situaciones provocan deficiencias en la frenada, así que recomendamos tenerlas controladas.

Elementos de los frenos del coche

El sistema de frenado está compuesto por una serie de elementos que, en conjunto, trabajan para frenar el vehículo.

  1. Discos de freno
  2. Pastillas de freno. Las pastillas de freno disponen de un indicador que mide su desgaste, útil para saber cuándo necesitan un cambio. Podemos saber en qué estado se encuentran visualmente, a través de la llanta, pero la manera más fiable es mediante es testigo luminoso del salpicadero de nuestro coche o comprobando la cantidad de líquido de freno, que disminuirá en función del desgaste de las pastillas.
  3. Líquido de freno. El líquido de freno es un líquido compuesto por poliglicol facilita la transmisión de fuerza que ejercemos sobre el pedal de freno a las pinzas. Sufre con el tiempo, ya que debe soportar temperaturas muy elevadas.

Mantenimiento de los frenos del coche 

  • Verificar el estado de los sistemas de frenado al menos cada 20.000 km. No hacerlo podría estar poniendo en peligro la vida del conductor y de los acompañantes. 
  • Mantener una velocidad prudente tiene una incidencia directa en el desgaste de los frenos, pues evitamos dar frenazos continuamente.
  • Cuando notamos cualquier anomalía en el frenado, como, por ejemplo, vibración o temblor al apretar el freno o ruido al frenar, debes llevar el vehículo a tu taller RODI más cercano.